Reseña de seguimiento del 6º Congreso sobre interacciones multitróficas en suelo
En la tercera jornada del congreso se habló, sobre todo, de los efectos de las prácticas agrí­colas (tanto tradicionales como modernas) en el control de poblaciones de patógenos de suelo, así­ como en el manejo de agentes de control biológico.
Según el Dr. David M. Weller, investigador de la Universidad del estado de Washington, en Pullman (EEUU), hay que incidir en el estudio de los mecanismos de defensa que adoptan las plantas ante los distintos ataques biológicos, ya que el uso de microorganismos protectores autóctonos puede ser de gran utilidad para tratar muchas enfermedades. Lo cierto es que la efectividad del uso de antagonistas a veces es variable: un tratamiento puede controlar una determinada enfermedad en un cultivo o año concreto, pero no sirve para los siguientes, asegura la Dra. Linda S. Thomashow, investigadora de la misma institución que el Dr. Weller, que reconoce que no existe un conocimiento preciso sobre los factores bióticos y abióticos (así­ como en las prácticas de manejo) que intervienen en el éxito de la actividad de control biológico para el manejo efectivo de cada enfermedad.
Thomashow presentó los resultados de investigaciones llevadas a cabo en la meseta de Columbia, situada entre los estados de Washington y Oregón, que es una de las áreas productoras de trigo más extensas de la costa oeste de Estados Unidos, alcanzando 1.6 millones de hectáreas cultivadas. Se trataba de un ecosistema idóneo para evaluar a gran escala cómo influyen las prácticas agrí­colas y el impacto de factores ambientales en las poblaciones de agentes de biocontrol. La producción de trigo en esta zona estaba condicionada por los patrones de lluvia, lo que obligaba a los agricultores a realizar rotaciones de barbecho, ya que las cantidades de agua acumuladas en el suelo sólo permití­an el cultivo cada dos años.
Para hacer frente a las principales enfermedades fúngicas del trigo más comunes en esta región (vinculadas a la podredumbre de la raí­z), se ha estudiado el efecto de las poblaciones autóctonas de agentes de biocontrol, concretamente de Pseudomonas spp. fluorescentes productoras de los antibióticos 2,4-diacetilfluoroglucinol y fenacinas). €œHemos comprobado que la precipitación y las prácticas agrí­colas son los mayores factores que intervienen en la distribución geográfica, la frecuencia de las plantas colonizadas y las densidades de población de estas Pseudomonas. La producción de antibióticos en la rizosfera por parte de estas bacterias también resultó afectada por los mismos factores€.
Intervenciones de los Dres. David Weller y Linda Thomashow (ví­deo)
En esta misma lí­nea se pronunciaba el Dr. Rafael M. Jiménez-Dí­az, investigador del Departamento de Protección de Cultivos del Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC), quien presentó algunos resultados de un proyecto en el que se estudió cómo el uso de diferentes prácticas de cultivo interferí­an en el desarrollo de los patógenos de suelo, en este caso Verticillium dahliae, el hongo de suelo causante de la Verticilosis del olivo.
Los avances tecnológicos de las últimas décadas han conseguido aumentar la productividad de este cultivo, sin embargo, el cambio en las prácticas agrí­colas (aumento de la densidad arbórea, repoblación de plantones, reducción del laboreo, introducción de fertilizantes, incorporación de riego por goteo, etc.) pueden influir negativamente en el incremento de la Verticilosis, y la distribución y extensión de su agente causal Verticillium dahliae, cuyo manejo requiere de una estrategia integrada que, según los resultados de dicha investigación, requerirán de modelos de predicción de la presencia del patógeno en el suelo de cultivo, asesoramiento sobre posibles riesgos, protección de plantones comercializados por agentes de control biológico, y, sobre todo, garantí­as de sanidad vegetal (i.e., utilizar plantas con garantí­as de calidad fitosanitaria libre de agentes patógenos).
Intervención del Dr. Rafael Jiménez-Dí­az (ví­deo)
Efectos del cambio climático
En la actualidad hay una gran riqueza de conocimientos sobre la biodiversidad del suelo, especialmente gracias al uso de herramientas moleculares; sin embargo vincular organismos con funciones, interacciones y actividades plantea aún un desafí­o considerable. A la hora de comprender la influencia del cambio climático sobre la biologí­a del suelo, son escasas la investigaciones que han abordado las interacciones multitróficas entre los componentes de la fracción biológica del suelo y cuando se ha abordado se ha hecho para grupos de microorganismos como las micorrizas, o algunos patosistemas concretos, por lo que las estimaciones sobre este impacto son muy especulativas, afirma el Dr. Sukumar Chakraborty, investigador del centro CSIRO Plant Industry (Australia). Este experto es pionero en el estudio del impacto del Cambio climático en el desarrollo de los patógenos de los cultivos.
En su ponencia, el Dr. Chakraborty presentó la información disponible sobre los efectos que tanto el incremento de la temperatura como de la concentración de gases de efecto invernadero (p.ej.: dióxido de carbono y ozono) tienen sobre los patógenos de plantas y los microorganismos del suelo, concluyendo que €œDe momento, las proyecciones para el suelo son especialmente difí­ciles debido entre otras razones a la heterogeneidad del suelo y la capacidad tampón del medioambiente edáfico€.
Introducción e intervención del Dr. Sukumar Chakraborty (ví­deo) Parte I
Intervención del Dr. Sukumar Chakraborty Parte II (ví­deo) Parte II

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