•  Hoy, 7 de marzo se celebra el Día Mundial de los Cereales, una ocasión para reflexionar sobre la importancia vital de estos cultivos en nuestra alimentación y en la sostenibilidad de nuestro planeta.
  •  Desde el Instituto de Agricultura Sostenible (IAS-CSIC) queremos unirnos a esta celebración, y reconocer el trabajo que desarrollan nuestros investigadores e investigadoras en éste ámbito.

 El 7 de marzo celebramos el Día Mundial de los Cereales, una ocasión para reflexionar sobre la importancia vital de estos cultivos en nuestra alimentación y en la sostenibilidad de nuestro planeta. Los cereales, como el trigo, la avena, la cebada o el arroz, desempeñan un papel crucial en la seguridad alimentaria global. Contribuyen significativamente al suministro de calorías y proteínas, proporcionando los elementos básicos para una dieta equilibrada y saludable. Los cereales son también una fuente de carbohidratos, fibra, lípidos y una amplia gama de minerales y vitaminas esenciales para el funcionamiento óptimo de nuestro organismo. Su importancia va más allá de su valor nutricional ya que están profundamente arraigados en varias culturas de todo el mundo, con raíces históricas que influyen en prácticas culinarias y sociales.

Actualmente nos enfrentamos a desafíos significativos en la producción de cereales impuestos por el cambio climático. Los modelos climáticos predicen un aumento en los niveles de dióxido de carbono y temperaturas más altas, así como cambios en los patrones de precipitación en diversas regiones del mundo. Estos cambios representan una amenaza para la seguridad alimentaria, especialmente en áreas vulnerables como la cuenca Mediterránea, donde los efectos del cambio climático ya se están sintiendo en la agricultura, con disminuciones muy importantes en la producción de cereales.  Si no tomamos medidas concretas para aumentar la resiliencia de estos cultivos, podríamos enfrentarnos a una crisis alimentaria en el futuro cercano. Es crucial comprender y abordar el impacto de las diferentes amenazas en el rendimiento y calidad de los cereales, lo que nos permitirá desarrollar variedades más robustas para enfrentar estos desafíos de manera eficaz.

 

 

Una estrategia clave para mejorar la adaptación de los cereales a las condiciones cambiantes y mejorar su calidad es el desarrollo de variedades locales, adaptadas a las condiciones específicas de cada región. Este enfoque requiere de esfuerzos conjuntos en investigación y la colaboración entre científicos, agricultores y las diferentes administraciones para valorizar los recursos genéticos y facilitar el desarrollo de nuevas variedades, más competitivas para las condiciones climáticas presentes y futuras.

 

 

En el Instituto de Agricultura Sostenible (IAS) del CSIC en Córdoba, una parte importante de la I+D+i se desarrolla en los cereales. Diferentes grupos de investigación participan en proyectos de ámbito regional o nacional tanto públicos como privados, así como en diferentes consorcios nacionales e internacionales para promover las sinergias entre investigadores e impulsar la investigación científica en los cereales. Desde el IAS coordinamos y participamos en iniciativas como la Red de Investigación en Cereales Resilientes y de Calidad para la Seguridad Alimentaria Española, formada por 15 centros nacionales, la Conexión Trigo, cuyo objetivo es promover la investigación científica y técnica en un cultivo estratégico como el trigo, y en la que participan 14 centros del CSIC y 8 universidades, el proyecto Europeo Innovar “Next generation variety testing for improved cropping on European farmland” centrado en el trigo y con 21 participantes de toda Europa, o el Consorcio internacional PanOat “International Pan-Genome Oat Consortium for oat research” centrado en la avena y formado por 27 instituciones de 12 países de todo el mundo.

Todos estos proyectos tienen como objetivo común impulsar la investigación científico-técnica en cereales y facilitar el desarrollo de nuevas variedades con características deseables, como resistencia a enfermedades, tolerancia a la sequía, mayor rendimiento y calidad, y que puedan ser consumidas por colectivos con intolerancias. Con ello conseguimos fortalecer la capacidad de los agricultores para enfrentar los desafíos futuros y garantizar la seguridad alimentaria en un mundo cambiante.

 

Foto: panes hechos con las variedades del Proyecto Fitonet

En última instancia, el Día Mundial de los Cereales nos recuerda la importancia de proteger y promover estos cultivos vitales. Debemos trabajar juntos como comunidad global para abordar los desafíos a los que nos enfrentamos y garantizar un suministro suficiente de alimentos para las generaciones futuras. Al invertir en la investigación, la innovación y la sostenibilidad agrícola, podemos construir un futuro donde los cereales sigan siendo el pilar de una dieta saludable, nutritiva y accesible para todos.

Córdoba, 7 marzo de 2024

Elena Prats, Francisco Barro

Dpto. Mejora Genética Vegetal

Divulgación Científica IAS-CSIC

Utilizamos cookies en este sitio para mejorar su experiencia de usuario. Más información

ACEPTAR
Aviso de cookies