La estrategia llevada a cabo por el Gobierno en las últimas décadas para el fomento y desarrollo del sistema nacional científico-técnico parece haber tocado a su fin. Los recortes presupuestarios derivados de la crisis financiera han tenido un efecto directo en el gasto público en I+D, siendo uno de los sectores que más afectada han visto su actividad a raíz de la reestructuración económica. Emilio Criado, investigador del Instituto de Cerámica y Vidrio (ICV-CSIC) y representante de CCOO en el Consejo Rector del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ve preocupante esta disminución del gasto. No hemos llegado a los niveles de inversión europea. Lo lógico sería que aquellos países que están por debajo de la media (1,9% del Producto Interior Bruto -PIB-) aumenten sus ratios para contrarrestar esas diferencias.
Lo cierto es que, según las tendencias pre-crisis (periodo 2000-2006), España, al igual que los países emergentes con menor porcentaje en gasto, incrementó su dotación económica para la generación y transferencia de conocimiento, al tiempo que los países centrales como Alemania, Francia, Reino Unido e Italia (que aportan el 68% de la inversión europea) mantenían sus cuotas de participación. Pese a una positiva evolución (el gasto en I+D pasó del 0,45%, en 1986; al 1,38%, en 2009), España no consigue alcanzar la convergencia con la Unión Europea en materia de avance científico y tecnológico, fijada en políticas comunitarias como el Tratado de de Lisboa o la Estrategia Europa 2020, aprobada durante la presidencia española de la UE, que pretende sentar las bases del marco anterior, consolidando a Europa como un espacio integrado de conocimiento, apostando por una mayor coordinación entre los diferentes agentes, políticas y sistemas de educación e investigación. Sin embargo, âexiste una falta de compromiso de los Estados miembros con los objetivos europeos y una ausencia de dimensión internacional: no hay una cohesión eficaz entre los programas de cada país».
Otra asignatura pendiente: según los datos del índice de Innovación (SII, en sus siglas en inglés), España se encuentra entre los países con crecimiento lento dentro del grupo de innovadores moderados. Parte de este estancamiento se debe a la apatía del sector privado español que, pese a contar con una creciente dotación económica en forma de créditos reembolsables (recogidos en el capítulo 8 de los Presupuestos Generales del Estado –PGD-) y con una política fiscal muy generosa por parte de la OCDE, no ha incorporado la innovación tecnológica como elemento estratégico de su actuación, aportando actualmente menos de 40% de la inversión en I+D, frente al 60% del total del gasto en I+D de la Administración General del Estado (AGE).
Los mecanismos de promoción no han funcionado sino que se ha producido una sustitución de inversiones por ayudas públicas, subraya Criado, que insiste en la necesidad de potenciar el papel de las empresas en el mantenimiento del sistema de investigación. Si bien en países como Estados Unidos, Japón, China o Corea se está apostando por la financiación privada con todo lo que ello conlleva, en España, la iniciativa particular âsigue siendo una rémora. Aunque la cuantía de las subvenciones dedicadas al sector no ha hecho sino aumentar hasta 2009, la dificultad de las PYMEs para acceder a las ayudas, la ausencia de capital riesgo y el encarecimiento de los avales, hicieron que entre 2008 y 2010, más del 50% de los créditos que concedió el Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN) no fueran ejecutados. Para este investigador y representante sindical, estos datos ponen de manifiesto la pertinencia de llevar a cabo una revisión de las políticas y una evaluación de los resultados previstos, en la que se tenga más en cuenta el control financiero de los créditos concedidos. El sector público no puede actuar como motor exclusivo del cambio de modelo de desarrollo, sentenció.
[1] Concretamente, se han convocado 35 plazas de las 474 que estaban previstas en un primer momento. Diferentes medios se hicieron eco de la noticia, entre ellos, el diario El País (ver noticia)